La mente cerrada

Se cuenta que la gente de un pueblo de las Islas Británicas, retó al gran Houdini, excelso prestidigitador y mago, a escaparse en menos de sesenta segundos de una cárcel a prueba de fugas que el municipio acababa de construir.

Houdini aceptó el desafío. Le permitieron entrar en la cárcel en ropa de calle. Los observadores dijeron haber visto al cerrajero dar una vuelta extraña a la llave del cerrojo. Pero a pesar de los comentarios, decidieron dejar que Houdini probase su habilidad saliendo de la cárcel en cuestión.

El mago había ocultado la pieza de acero flexible que utilizaba para abrir los cerrojos de la correa de su pantalón en sus números de fuga.

Con la oreja pegada al cerrojo, trató de abrirlo durante treinta minutos… cuarenta y cinco minutos… ¡Una hora!…

Estaba sudoroso, se sentía totalmente agotado al cabo de dos horas de infructuosos intentos…

Se apoyó para descansar contra la puerta y ésta, para su asombro ¡Se abrió!
¡No habían pasado el cerrojo! ¡Ese fue el truco que colaron al artista!
¡La puerta sólo estaba cerrada en la mente de Houdini!
¡¡¡¡Únicamente en su mente!!!

Sintoniza desde tu interior con el mensaje que te sugiera a ti esta historia… Deja que te desvele su significado y mensaje particular, más allá de la “moraleja” evidente…
Tómate a lo largo del día algunos instantes para recordarlo, como si fuera la banda sonora de fondo sobre la que discurre el día de hoy para ti…
Observa si tiene que ver algo contigo, con tu vida… Si te sugiere cambios, caminos nuevos, retos, horizontes más amplios…
Pon en práctica con algún pequeño gesto aquello que te sugiere, el reto particular que trae a tu cotidianidad, a tu vida personal, profesional, relacional…